El objetivo de este espacio es compartir reflexiones y estudios personales (doctrinales, teológicos y espirituales) extraídos de la Biblia.
lunes, 9 de mayo de 2016
miércoles, 4 de mayo de 2016
viernes, 1 de mayo de 2015
Cristo es Señor del Sábado, #Lucas
jueves, 30 de abril de 2015
miércoles, 29 de abril de 2015
martes, 28 de abril de 2015
jueves, 1 de agosto de 2013
El sabado - parte 3, Éxodo 20:8-11
Nos encontramos en un momento solemne que ha sido, en más de una ocasión, mal entendido. Ya son dos meses y medio que Israel salió de Egipto, dos mese y medio experimentando la libertad. Es el momento ideal, por consideración divina, para develar los límites del comportamiento humano en su relación con Dios, su verdadero libertador, y su relación con sus semejantes.
No son conceptos nuevos, el registro bíblico hace referencia a ellos antes del Sinaí, aunque no como conjunto. La ley de Dios, que es eterna (Isaías 40:8), ha estado siempre accesible a a los hijos de Dios. Sin embargo, Dios ve necesario ahora presentarlos en un formato de más fácil acceso al las presente condición del ser humano.
Dios verbalmente se comunica con el pueblo desde la cumbre del monte Sinaí y numera cada punto del pacto... Si analizamos cada uno de esos mandamientos encontramos su valor dentro del plan de salvación como vehículos que definen relaciones, hombre-Dios, hombre-hombre. No es difícil descifrar lo vital de no tener otros dioses, o no hacernos imágenes para adorar, o no matar o deshonrar a nuestros padres. ¿Por qué, entonces, cuando pasamos por el cuarto, se requiere de una gran explicación para justificar su no observación?
Dios es consistente con lo que ha establecido comenzando con un: “Acuérdate..." No es algo nuevo, sino algo ya establecido que el pueblo evidentemente ya conoce. No se trata de santificar un día relevante a una etnia o cultura, sino a todo ser creado, “porque en seis días hizo Dios..."
La consistencia divina es palpable a través de la Biblia entera pues aún en Apocalipsis, en un contexto escatológico, cita nuevamente Génesis 2: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas," en Apocalipsis 14:7 (énfasis es mío).
La observancia del séptimo día tiene su origen confirmado en la creación, validado por Dios mismo para ser observado más allá de una cultura o religión, como una oportunidad para que el ser humano se recuerde de su origen y como tal defina la razón de ser de su existencia. Para que su observancia cumpla con su objetivo, Dios apunta al ejemplo dado por él mismo en la creación cuando dice: “...y reposó en el séptimo día." No fue una eventualidad, sino el establecimiento de una cita semanal, libre de distracciones, entre el creador y sus criaturas.
La siguiente cita es Nehemías 9:13,14
jueves, 25 de julio de 2013
El Sábado - Parte 2, Éxodo 16
jueves, 18 de julio de 2013
El Sábado - Parte 1, Génesis 2:1-3
Más que contestar a una pregunta, me he propuesto compartir la opinión bíblica con respecto a esta doctrina a través de varios textos que permiten establecer los principios que la sostienen. No pretendo compartir todos los textos y conceptos en un solo artículo, sino que me haré valer de varios artículos para ello, como una serie, discutiendo un pasaje por artículo. Obviamente, como en cualquier otro artículo, eres bienvenido/a a compartir tu opinión o hacer una pregunta.
El texto en cuestión hoy es Génesis 2:1-3 que dice: "Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación."
La observancia del séptimo día como día especial de reposo no es el resultado arbitrario de las ideas de un pueblo o etnia para diferenciarse de entre otros pueblos y culturas. De acuerdo al registro bíblico, el séptimo día surge unilateralmente por la iniciativa única y exclusiva de Dios como conclusión a la semana de su creación. El hecho de que no sólo reposara en él, sino que intencional y enfáticamente lo bendijera y santificara como consecuencia de su reposo, hace del séptimo día un día superior a los demás como una oportunidad que permite la relación de la creación con su Dios.
El séptimo día es, por lo tanto, el resultado directo de Dios en la creación, por encima de cualquier pacto generado después de la entrada del pecado y la eliminación de este, que no es exclusivo a una etnia o un grupo religioso sino a toda obra pensante creada por Dios como un vínculo que permita el creado recordarse que es una creación de un creador.
*Nota: El siguiente texto que analizaremos será Éxodo 16