En más de una oportunidad he sido cuestionado y desafiado, privada y públicamente, con respecto al valor del séptimo día, el sábado, como el día de adoración y reposo establecido por Dios para nuestros días. Inclusive, en una de esas ocasiones, se me hizo la siguiente pregunta: ¿Crees que ella" refiriéndose a una de las personas presentes en la discusión bíblica, "se va a perder porque no guarda el sábado?
Más que contestar a una pregunta, me he propuesto compartir la opinión bíblica con respecto a esta doctrina a través de varios textos que permiten establecer los principios que la sostienen. No pretendo compartir todos los textos y conceptos en un solo artículo, sino que me haré valer de varios artículos para ello, como una serie, discutiendo un pasaje por artículo. Obviamente, como en cualquier otro artículo, eres bienvenido/a a compartir tu opinión o hacer una pregunta.
El texto en cuestión hoy es Génesis 2:1-3 que dice: "Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación."
La observancia del séptimo día como día especial de reposo no es el resultado arbitrario de las ideas de un pueblo o etnia para diferenciarse de entre otros pueblos y culturas. De acuerdo al registro bíblico, el séptimo día surge unilateralmente por la iniciativa única y exclusiva de Dios como conclusión a la semana de su creación. El hecho de que no sólo reposara en él, sino que intencional y enfáticamente lo bendijera y santificara como consecuencia de su reposo, hace del séptimo día un día superior a los demás como una oportunidad que permite la relación de la creación con su Dios.
El séptimo día es, por lo tanto, el resultado directo de Dios en la creación, por encima de cualquier pacto generado después de la entrada del pecado y la eliminación de este, que no es exclusivo a una etnia o un grupo religioso sino a toda obra pensante creada por Dios como un vínculo que permita el creado recordarse que es una creación de un creador.
*Nota: El siguiente texto que analizaremos será Éxodo 16
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