viernes, 30 de mayo de 2014

Cristo, la ley y el evangelio

Una de las primeras lecciones aprendidas en la escuela de teología, en la universidad, se resumen en el siguiente dicho: "Un texto fuera de contexto, es un pretexto."  Juan 1:17, leído por sí solo, aislado de su contexto, puede justificar las afirmaciones hechas por aquellos que quieren restarle importancia a la observancia de los mandamientos de Dios, mal aplicando el pensamiento de Pablo en Romanos 6:14, "...pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia."

Juan 1:17 dice: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."  Sería una injusticia y deshonestidad de nuestra parte estereotipar la posición de Juan con respecto a la ley y la gracia basados sólo en éste texto.  Evidentemente hay una razón por la cual hace la distinción entre la labor de Moisés y la labor de Jesucristo en el esfuerzo de Dios por rescatar al ser humano.  Para ello, queda bien analizar otras declaraciones donde Juan menciona a Moisés en su evangelio:
  • El ministerio de Moisés confirma el ministerio de Jesucristo:
    • 1:45 -  Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
    • 3:14 - Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado.
  • La revelación de Dios hecha a través de Moisés inculpa al ser humano.  No tiene el poder de salvarlo.
    • 5:45,46 - No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.  Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
  • Moisés fue solamente una herramienta en las manos de Dios
    • 6:32 - Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
  • Moisés había sido manipulado para satisfacer agendas personales.
    • 7:19,22,23 - ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?...  Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres); y en el día de reposo circuncidáis al hombre.  Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?
Evidentemente, Moisés estaba siendo utilizado en manera desproporcionada por encima de las intenciones divinas.  Por eso, Juan se ve en la necesidad de, sin disminuir el ministerio de Moisés, recordarle a sus oyentes que Moisés cumplió una función dentro del plan de salvación, el cual ahora Jesucristo le estaba dando seguimiento y autenticando con su sangre.  Quería instruir al pueblo que Jesucristo la había dado sentido a las promesas hechas a través de Moisés.  La ley que Dios identifica el pecado.  Lo da a conocer y lo condena (Romanos 7:7,10,12)

La realización de que el plan de salvación, una vez revelado a través de Moisés, en realidad abarcaba a todo el mundo, fue abrumador para los primeros líderes Cristianos.  Pedro dijo: "En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas," en un momento de iluminación y pensamiento progresista.  En realidad la Biblia en su contexto general indudablemente consistente en señalar que la ley de Dios y la salvación no se limita a una etnia.  Pablo dijo: " Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego" (Romanos 1:16).

Pero nunca fue la intención de Dios que alcanzáramos la salvación a través de su ley.  Efesios 2:8 nos recuerda que "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios."  Y entonces, ¿por qué la ley?  Porque no se puede servir y amar sin guardar los mandamientos: "Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor" (juan 15:10).  Quebrantar los mandamientos sería entonces alejarnos del amor, pero aún, no matar a mi hermano no significa que le amo.  La ley me ayuda a identificar las fronteras del gobierno de Dios, y es dentro de esas fronteras que el verdadero amor y servicio del gobierno de Dios son asimilados por el ser humano.

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