A quién estaba protegiendo y defendiendo Jesús cuando dijo: "el que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella"? (Juan 8:7) La respuesta obvia sería: la "mujer sorprendida en adulterio", ¿no es cierto?
Creo, sin embargo, que podríamos indagar un poco más, y tal vez descubrir otras personas que podrían haber estado en la mente de Jesús.
Es importante establecer que la escena no busca justificar el pecado. En realidad, el pecado es identificado y la disciplina es aplicada. Al escribir en tierra, Jesús identifica los pecados de los acusadores. Al decirle a la mujer, "no peques más", está no sólo identificado el pecado, sino también está aplicando disciplina (el hecho de no condenar no implica que no haya disciplina).
¿A quién está protegiendo Jesús? De acuerdo a la ley desarrollada por Dios mismo (Levíticos 20:10; Deuteronomio 22:21-24), donde establece el castigo por cometer adulterio, Jesús idea una formula que potencialmente preservará la vida de la mujer; aún puede ser apedreada sólo si los acusadores están dispuestos a también recibir su justo castigo de acuerdo a lo estipulado por la misma ley.
La Biblia relata que uno por uno de los acusados recibió el don de la convicción de pecado (Juan 16:8) que al no condenar a la mujer, tampoco se condenaron.
¿A quién estaba protegiendo Jesús cuando escribió en tierra? Sí, a la mujer, pero, ¿no estaba Jesús también protegiendo a los escribas y fariseos? Al retirar su acusación, su condena, los acusadores estaban siendo cubiertos con el mismo manto de misericordia con el que Jesús estaba cubriendo a la mujer, ¿no lo crees? Jesús los estaban protegiendo de ellos mismos.
En la Escritura es una constante, mientras neciamente insistimos en perdernos, Jesús insiste aún por encima de nuestra necedad, en salvarnos (Romanos 5:20).
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