viernes, 17 de febrero de 2012

Señor del sábado


En seminarios y temas se nos anuncia que se nos compartirá un "secreto" que promete cambiar nuestro matrimonio, familia, hijos, nuestro desarrollo profesional, o nuestro aprovechamiento académico.  Generalmente, especialmente en temas de relaciones interpersonales, esos "secretos" no son tan secretos, sino que es información ya sabida que, debido al tren de vida que llevamos, resulta "nueva" para la situación que estemos sobrellevando en ese momento de tiempo.  Uno de esos secretos no tan secretos, es que la cantidad de tiempo que invierta en una relación interpersonal, en cantidad y en calidad, la afectará positiva o negativamente.  Cada estudio así lo demuestra, y lo hemos sabido por generaciones; no puede haber relación entre dos personas si no se invierte tiempo en cantidad y calidad.

El origen del Sábado tiene como función principal asegurarle al ser humano tiempo para una cita con el Creador.  Del tiempo invertido, en cantidad y calidad, depende la solidez de una relación, ya sea matrimonial, familiar, de amistad o laboral.  En el caso del Sábado, del buen uso de esas 24 horas (cantidad y calidad), depende la solidez de nuestra relación con Dios, y por ende, nuestra salvación.

La Biblia en forma clara nos enseña que el Sábado fue creado, bendecido y santificado (Gen 2:1-3) como un regalo para el ser humano (Mar 2:27,28) que le permitiera cumplir con los valores de la ley; amar a Dios y amar al prójimo (Mat 22:37-40), que en el Sinaí simplemente se se le dio estructura (Ex 20:8-11) a lo ya establecido (Gen 2:1-3; Ex 16:19-30), y que Jesús se vio en la necesidad de restablecer los principios y valores que dieron origen al mandamiento (Mar 2:27; Mat 12:12).

Como regalo al ser humano, el Sábado acentúa la labor de Dios como Creador y Redentor; sella la obra creadora de Dios (Gen 2:1-3), y sella la obra redentora de Dios (Luc. 23:24-24:1).  En sus orígenes, el Sábado es otorgado al hombre en un mundo perfecto, libre de pecado, con la intención de perpetuidad.  Allí no podría existir la discusión sobre pacto antiguo o nuevo.  El Edén fue creado con la intención de que el hombre se desarrollara y reprodujera ajeno a la realidad del pecado y la muerte.  No fue dado a judíos o gentiles.  Fue dado a la raza humana, que en la mente de Dios era la beneficiaria.

Como mencionamos, el Sinaí no se está develando nada nuevo, simplemente se le está dando estructura a lo ya establecido y sabido.  Evidentemente la dinámica a cambiado después de la entrada del pecado, por lo que ahora el Sábado apunta al creador (Ex 20:8-11) y libertador (Deut. 5:12-15).  Aunque el principio se mantiene, la justificación de su observancia va siendo adaptada de acuerdo a la realidad del momento.  En un principio conmemoró la creación, en Éxodo se define lo que es "reposar" utilizando como justificación la acción de Dios en la creación.  En Deuteronomio, la justificación es la adoración al Dios libertador, creador, pero también libertador.

Cabe notar, dentro del acto que aseguró nuestra redención, que los escritores de los evangelios se aseguraron, los cuatro, de que no pasara desapercibido cuándo sucedió todo.  Se enfatiza, 40 años o más después del evento, el día de preparación, el día de reposo y el primer día de la semana.  Jesús, así como descansó al concluir la obra de la creación, descansa ahora al concluir la obra de la redención.  El Sábado sigue siendo una pieza fundamental en la imagen que Dios quiere proyectar de sí mismo hacia nosotros.  El sábado me anuncia al creador (Génesis), libertador (Deuteronomio) y redentor (evangelios).

Quiero dejar contigo, a manera de conclusión, el siguiente pensamiento: No es el cumplimiento de un mandato, es la inversión de tiempo, en cantidad y calidad, en una relación que nos trae salvación; es la oportunidad de dejarnos influir y desarrollar el carácter de nuestro Creador.

MAESTROS DE ESCUELA SABÁTICA:

Si eres maestro de Escuela Sabática, comparto contigo tres preguntas que te ayudarán a compartir los tres puntos que resumen el mensaje del tópico bíblico sugerido por la Lección de Escuela Sabática para ser repasada el Sábado 18 de febrero, 2012:
  1. ¿Por qué Dios creó e intencionalmente enfatizó la creación del séptimo día y la acción realizada dentro de este?
  2. Si en el Sinaí ya se sabía la existencia del mandato de observancia del Sábado, ¿por qué Dios lo hace parte de los mandamientos?
  3. ¿Por qué Jesús se ve en la necesidad de restablecer los los valores que dan origen al 4to Mandamiento?  ¿Nos podría estar pasando lo mismo a nosotros hoy?

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