lunes, 25 de julio de 2011

Un poco más del Espíritu Santo

Varios meses atrás compartimos la creencia fundamental de los Adventistas del Séptimo Día con respecto al Espíritu Santo. Personalmente no me había percatado de que se había hecho un comentario al documento compartido, pero alguien me hizo el favor de hacérmelo saber. Por tal motivo, comparto la siguiente información, no en forma de debate o controversia, sino para beneficiar a alguien que haya leído el comentario y haya quedado con dudas.

El comentario tiene básicamente cuatro puntos y fuentes que pretenden establecer la exclusión del Espíritu Santo de la Deidad:
  1. La Biblia
  2. El Espíritu de Profecía
  3. El uso del griego
  4. Los primeros adventistas no eran trinitarios.
A continuación, en forma breve, se comparten explicaciones que establecen la solidez en la que descansa esta, como todas las demás, doctrina adventista.
  1. La Biblia distingue en forma clara tres personas pertenecientes a la Deidad. En Mateo 28:19 se hace la mención directa a las tres personas, lo mismo que 1 Corintios 12:4; 2 Corintios 13:14; 1 Pedro 1:2. Las Escrituras acentúan tanto la unidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, como su individualidad y sus diferentes roles y labores en la salvación del hombre.
  2. En el libro El Evangelismo encontramos las siguientes declaraciones: "El Espíritu Santo es una persona, porque testifica en nuestros espíritus que somos hijos de Dios" {Ev 447}, y "El príncipe del poder del mal puede ser mantenido en jaque únicamente por el poder de Dios en la tercera persona de la Divinidad, el Espíritu Santo" {Ev 448}. Creo que no hay mucho que añadir aquí.
  3. El comentario hace referencia a Juan 14 donde Jesús habla del "otro Consolador". Se nos recuerda que la traducción del griego parakletos es también de un abogado, y siendo que Jesús es nuestro abogado, entonces el Consolador sería Jesús mismo y no una tercera persona. Lo interesante es que Jesús habla de ese Consolador en tercera persona e inclusive dice "otro", es decir, a parte de él mismo. nos debiera de llenar de esperanza y alegría como la Deidad, en conjunto, trabajan en nuestra salvación.
  4. El último argumento es que los primeros adventistas no eran "trinitarios", pero este es un argumento muy débil que no podría ser consistente, pues sabiendo que los primeros adventistas mascaban tabaco no significa que ahora lo podemos hacer...
Espero estos comentarios sean de ayuda. Si existiera alguna duda o comentario, no duden en compartirlo. Estaremos más que deseosos de, en conjunto, aprender más de la Biblia que, según 2 Timoteo 3:15, nos hacen sabios para la salvación.

Un saludo,

Ismael A. Castillo

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