Más allá de los esfuerzos intelectuales del ser humano para des fantasear o des mistificar la realidad de la vida, de una forma u otra todos nos sentimos impulsados a definir nuestra posición sobre la aceptación de la existencia, o no, de seres o un ser superior a nosotros responsable de la complejidad de la vida y la vastedad de lo que nos rodea, sin aún definir su naturaleza y listado de atributos. Pascal (1660) lo expresa: “Es incomprensible que Dios exista, y es incomprensible que él no exista.” Ante la misma evidencia cada ser humano debe suponer y definir su curso de vida basado en tal suposición.
Insertando conceptos abstractos entre el listado de ejemplos concretos de cómo toma forma la fe en la vida del ser humano, el autor del libro de Hebreos explica que “es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe” (Hebreos 11.6), como una dinámica constante: “el que continuamente se acerca”, y “cree constantemente que él existe”, o que es, y que concurre una dinámica de interacción mutua y retribución: “sin fe es imposible agradar a Dios… que recompensa a los que lo buscan,” pues “aunque tenemos poder en lo que creemos, lo que creemos tiene un poder real sobre nosotros – poder para curar y poder para destruir” (Jennings, 2013).
El texto en Hebreos 11.6 explica la dinámica con sus dilemas en la supuesta existencia y relación de Dios con el ser humano, y del ser humano con Dios. Y así como las Escrituras comienzan con una declaración absoluta: “En el principio creó Dios” (Génesis 1.1), sin sentir la necesidad de explicar o defender la existencia de Dios, el ser humano debe primero definir su plataforma, deberá definir su marco filosófico a través del cual observará, experimentará y evaluará la vida siendo la creencia en un ser superior el filtro primario. Esa creencia, sobre la cual tenemos poder, tiene también poder sobre nosotros pues nos lleva a una segunda suposición, como cada civilización, cultura y religión a través de la historia, que lo que hagamos o dejemos de hacer (agradar) tiene consecuencias palpables en nosotros (recompensa). Es decir, como un ciclo de alimentación mutua, la suposición de un ser superior, me lleva a acercarme a él; al suponer que ese ser recompensa, busco agradarle. Las suposiciones sobre las cuales tengo poder, tienen también poder sobre mí y mi comportamiento.
Bibliografía
Ferguson, M. (2016, Octubre 7).
This is Your Brain on God [Video file]. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=ocuqguH1OIw
Henriksen,
J. (2016). God revealed through human agency - Divine
agency and embodied practices of faith, hope, and love. En Neue
Zeitschrift für Systematische Theologie und Religionsphilosophie, 58(4), 453-472. doi:10.1515/nzsth-2016-0026
Jennings, T. (2013).
The God shaped brain: How changing your view of God transforms your life.
Downers, Illinois: IVP Books.
Pascal, B. (1660).
Pascal's Thoughts. Hoboken, N.J.
: Generic NL Freebook Publisher.
[1] Ésta y todas las referencias
bíblicas serán tomados de la versión Reina Valera 1995, a menos que se indique
lo contrario.
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